En medio de la tensión cambiaria y la incertidumbre electoral, el Gobierno anunció la eliminación de las retenciones a las exportaciones agroindustriales hasta el próximo 31 de octubre. La medida fue comunicada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, a través de sus redes sociales, y apunta a incentivar la liquidación de divisas en un mercado golpeado por la presión sobre el dólar.

Según explicó el funcionario, el objetivo principal es “generar mayor oferta de dólares durante este período”, enviando una señal de previsibilidad al mercado cambiario y al mismo tiempo alentar al sector agroexportador a acelerar sus ventas. La resolución abarca a todos los cultivos, incluyendo la soja, el maíz, el trigo y el girasol.

El anuncio se conoció antes de la apertura del mercado financiero, luego de dos semanas complicadas: los bonos y las acciones en baja, el dólar mayorista operando en el techo de la banda de flotación y el minorista por encima de los $1500. En este contexto, el Banco Central ya había gastado cerca de US$1000 millones de reservas para contener la escalada de la divisa desde el miércoles, cuando quedó habilitado a intervenir de manera más directa.

Adorni acompañó la decisión con un mensaje político, asegurando: “La vieja política busca generar incertidumbre para boicotear el programa de gobierno. Al hacerlo castigan a los argentinos: no lo vamos a permitir”.

Reacción del campo

La medida generó satisfacción inmediata en las entidades del agro. El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, celebró la decisión aunque pidió que no se limite a un plazo tan corto: “Es una sorpresa buena, una noticia que abre nuevamente la puerta a seguir insistiendo en lo bondadoso que es eliminar el impuesto más invasivo que tenemos, las retenciones. El Gobierno lo hizo por poco más de un mes, veremos cómo funciona”.

Pino advirtió que los productores que vendieron en semanas previas podrían sentirse perjudicados por la medida temporal, pero remarcó que la eliminación de retenciones es un reclamo histórico del sector: “Ojalá esta temporalidad pase a ser permanente. Los impuestos de exportación deberían dejar de existir porque son retrógrados. Retenciones cero es algo virtuoso no solo para los productores, sino para la Argentina”.

En la misma línea, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idigoras, respaldó la iniciativa: “Apoyamos toda medida que implique eliminar las retenciones, aunque sean temporales. Falta ver los detalles de la implementación y cuándo será operativo, pero el sector acompaña”.

Una jugada en medio de la presión financiera

La eliminación de retenciones se presenta como una estrategia de corto plazo para acelerar el ingreso de dólares, reforzar reservas y dar aire en plena recta final hacia las elecciones. Al mismo tiempo, abre un nuevo frente de debate entre quienes celebran la quita del impuesto y quienes la ven como una medida transitoria con impacto desigual entre los productores.

Lo cierto es que, al menos hasta el 31 de octubre, las exportaciones del agro tendrán un incentivo adicional para salir al mercado y aportar las divisas que el Gobierno necesita con urgencia.