La campaña arrocera 2024/25 cerró con un balance altamente positivo: la producción nacional alcanzó 1.719.230 toneladas, lo que significa un crecimiento del 34% respecto del ciclo anterior y el segundo mayor volumen desde la campaña 2010/11.
El resultado se explica por una combinación de aumento de superficie sembrada, condiciones climáticas estables y una gestión eficiente del cultivo. Según el relevamiento conjunto de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF), la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz, la Bolsa de Comercio del Chaco (BCCH), la EEA INTA Corrientes, la AER INTA San Javier y la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (BCER), la superficie cultivada alcanzó las 232.600 hectáreas, es decir, 15% más que en 2023/24.
De esa superficie, se cosecharon 231.400 hectáreas con un rendimiento promedio de más de 7.400 kg/ha, muy por encima del promedio histórico reciente. Este salto se vio favorecido por la neutralidad del Pacífico Ecuatorial, que permitió un desarrollo homogéneo de los lotes y redujo el riesgo climático.
Distribución regional y tipos de grano
El informe detalló que Corrientes y Entre Ríos se consolidaron como las provincias líderes de la producción arrocera.
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Corrientes concentró el 47,3% del área cultivada y el 45,8% de la producción, con un rendimiento de 7.074 kg/ha, lo que implicó una mejora del 18% respecto al ciclo previo.
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Entre Ríos, en tanto, aportó el 29,2% de la superficie y el 32,6% de la producción, con un incremento del 10% en sus rindes.
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Santa Fe y Formosa también mostraron mejoras significativas, con subas del 7% y 11% respectivamente.
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En Chaco, el crecimiento fue más moderado, del 5%, pero consolidó una tendencia de expansión sostenida.
En cuanto a la tipología de grano, la variedad largo fino fue nuevamente la predominante, al representar el 83% de la superficie sembrada y aportar el 85% de la producción total. El largo ancho ocupó el 10% del área y generó el 9% de la cosecha, mientras que los arroces especiales (aromáticos y cortos) crecieron en importancia, con el 7% de la superficie y el 6% del total producido.
Competitividad y perspectivas
Los especialistas destacan que el ciclo 2024/25 no solo refleja una expansión territorial, sino también una marcada eficiencia productiva, optimizando recursos y logrando rindes superiores a la media histórica. Esto fortalece la competitividad del arroz argentino en el mercado interno y externo, abriendo la posibilidad de consolidar al país como un proveedor confiable en el comercio internacional.
De cara a la próxima campaña, el sector cuenta con información estratégica para la planificación de siembras, manejo del riego y aplicación de insumos, lo que permitirá sostener esta senda de crecimiento.
En paralelo, las entidades remarcaron la necesidad de continuar con inversiones en infraestructura hídrica y logística para garantizar que el potencial productivo se traduzca en mayores exportaciones y en un desarrollo equilibrado de las regiones arroceras.