La Cámara de Diputados rechazó el Decreto 462/2025 firmado por el presidente Javier Milei, que proponía la reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), así como la disolución de la Agencia Regulatoria del Cannabis, el Instituto de Agricultura Familiar y el Instituto Nacional de Semillas.

El proyecto de rechazo obtuvo 141 votos afirmativos, 65 negativos y una abstención, en el marco de una jornada legislativa extendida en la que el oficialismo enfrentó varios reveses.

El decreto había sido dictado por el Presidente en el marco de las facultades delegadas otorgadas por la Ley de Bases y Puntos de Partida. Además del INTA y organismos del agro, la normativa también incluía cambios en Vialidad Nacional, y reestructuraciones en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI), todos los cuales recibieron un pronunciamiento en contra de la Cámara baja.

Ahora, el expediente pasará al Senado, donde la mayoría opositora anticipa un escenario desfavorable para el oficialismo. Según señaló la Fundación Barbechando, que sigue la agenda agropecuaria en el Congreso, “de avanzar en el Senado y rechazarse, queda firme su rechazo, aunque el Gobierno adelantó que, en caso de que eso suceda, irá por la judicialización”.

La reestructuración del INTA había generado una fuerte reacción gremial. La Asociación del Personal del INTA (APINTA) llevó a cabo un paro nacional de 36 horas, que concluyó a la medianoche del miércoles, e impulsó una movilización al Congreso para exigir el rechazo al decreto.

Desde diversos sectores del agro se cuestionó la falta de consulta y el posible impacto de las reformas en la capacidad técnica y territorial del INTA, considerado un pilar en el desarrollo tecnológico del campo argentino.

El rechazo parlamentario representa un nuevo obstáculo para el Gobierno en su intento de reconfigurar organismos públicos vinculados al sector productivo.