Como consecuencia del clima interno que se vive en la política argentina y la amenaza permanente del kirchnerismo de subir las retenciones al campo se espera una menor siembre de trigo. Lo insólito es que se de da en un contexto internacional para producir más alimentos producto de la invasión rusa a Ucrania.

Según las estimaciones que se presentó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el marco del Congreso A Todo Trigo, la siembra de trigo caerá un 1,5% y alcanzaría las 6,6 millones de hectáreas, con una producción que se ubicaría en 20,5 millones de toneladas, casi un 9% de baja en relación a la campaña anterior.

Por su parte, la cebada presentará un escenario de siembra muy diferente al trigo: se proyecta un área de 1,3 millones de hectáreas para una cosecha de 5,4 millones de toneladas, un incremento interanual del 3,8 %, explicado en mayor medida por la expansión del área sembrada.