El Banco Central dio a conocer en las últimas horas sus objetivos y planes respecto del desarrollo de las políticas monetaria, cambiaria, financiera y crediticia para el 2020.
Entre los puntos salientes de su estrategia para el año que comienza, se destaca su intención de “procurar disminuir las tasas de inflación”, de “estimular la oferta de crédito al sector privado”, de “mantener el régimen de flotación de la moneda local en el marco actual de regulación cambiaria”, y de “nutrir sus reservas con compras de divisas al sector privado”.
A su vez, según detalló Ámbito.com, reveló que “la futura estrategia de absorción de excedentes monetarios propenderá al alargamiento de plazos y a la reducción de su costo”, es decir, que sus Letras de Liquidez (Leliq) tendrían un vencimiento a mayor al plazo actual de siete días, mientras que sus tasas mantendrían una tendencia a la baja (hoy se ubican en el 55% anual).
De acuerdo al informe elaborado por la entidad que conduce Miguel Pesce, “para empezar a crecer, el país debe primero estabilizar su macroeconomía, redefinir las prioridades de política y sentar las bases para un desarrollo económico sostenible”.
En línea con su misión de “promover, en la medida de sus facultades y en el marco de las políticas establecidas por el Gobierno Nacional, la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social” (artículo 3 de la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina – CO), el principal objetivo del BCRA en 2020 consistirá en diseñar políticas que contribuyan con el desarrollo social y económico de la estrategia nacional y que sean consistentes con lo emanado del Consejo Económico y Social para el Desarrollo.
Así, en cumplimiento con el artículo 42 de la Carta Orgánica, que requiere al Central publicar “antes del inicio de cada ejercicio anual sus objetivos y planes respecto al desarrollo de las políticas monetarias, financiera, crediticia, y cambiaria”, la autoridad monetaria establece que, durante 2020, orientará sus políticas para:
- Procurar disminuir las tasas de inflación contribuyendo con la prosecución de los objetivos derivados del acuerdo social mediante la administración prudente de la oferta monetaria de la economía. Dentro de la misma, se contempla atender las necesidades indispensables de financiamiento del Tesoro.
- Mantener el régimen de flotación de la moneda local en el marco actual de regulación cambiaria. También se propenderá a la acumulación de reservas internacionales permitiendo incrementar los grados de libertad para ejercer una política económica autónoma.
- Estimular la oferta de crédito al sector privado, atendiendo las necesidades de capital de trabajo derivadas del estado de situación de emergencia en el que se encuentra el país, y propendiendo a la participación del financiamiento productivo a largo plazo, particularmente el destinado a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs).
- Velar por la estabilidad financiera perfeccionando la regulación micro y macro prudencial, por un lado, y propender a una mayor inclusión financiera, por el otro. En ambos casos, atendiendo a las oportunidades y desafíos regulatorios que brindan los avances tecnológicos. Panorama monetario y financiero al cierre de 2019 y nuevos objetivos