La caída de ventas por la crisis económica obligó al cierre de la fábrica de la reconocida golosina y despiden a 150 empleados.

La mítica fábrica de golosinas «Mielcitas» abrió sus puertas en 1976 y cerró por la crisis económica que atraviesa el país. Se trata de un total de 150 trabajadores que en su mayoría son mujeres, sustento de sus hogares.

En declaraciones con Radio 10, José Luis Ledesma, delegado de la comisión interna gremial, afirmó que “la mayoría de los empleados que trabajaban allí eran mujeres, todas sostenes de familias”.

“Estamos muy mal. Nos sentimos muy mal. Hay compañeras que tienen chicos discapacitados. Hicimos todo lo posible para que esto no ocurra. Pero por los malos manejos estamos pasando esta situación”, expresó el delegado.

Mielcitas era una marca de la empresa Suschen, compañía fundada en 1976 y que llegó a ser una de las diez mayores productoras de golosinas en toda la Argentina. Ledesma contó que la firma había desarrollado un sistema de comercialización de llegada directa a los canales mayoristas de golosinas, mayoristas de comestibles, supermercados e hipermercados, y distribuidores directos.

Pero a pesar de una compleja ingeniería de logística la compañía no pudo sobreponerse a la fuerte caída de las ventas debido a la depresión del consumo que configuró la crisis económica.

«El gremio nos apoyó mucho, hemos recorrido todos los canales legales para evitar el cierre. Hubo un mal manejo de la empresa (por parte de sus dueños), pero también están las tarifas del gas, la luz y el agua por las nubes. Esto se ha hecho realmente imposible», dijo el delegado.

Ledesma contó que la comisión interna gremial que representa a los 150 operarios venía manteniendo reuniones con los directos de la empresa en el ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, pero el jueves comunicaron su decisión de cerrar la empresa.

«Nos dijeron en la reunión: hasta acá llegamos. Es tremendo. Fue en el mismo Ministerio de Trabajo. Y ahora nosotros nos tenemos que abocar a ver qué hacemos. La gente durmió en la fábrica para resguardar las máquinas, para que no se las lleven», afirmó Ledesma.

El dirigente sindical agregó también que los directivos de la compañía no dijeron que van a pagar las indemnizaciones dado que no tienen dinero porque la firma «está muy endeudada» y tiene «varios juicios abiertos».