Lo advirtió el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para el primer trimestre de 2019. Es sobretodo para el sector norte.

“La relativa coincidencia en los pronósticos sumado a la propia climatología y al desarrollo de un evento El Niño aumenta las chances en la frecuencia de estos eventos con sus respectivos impactos”, indicó el último Pronóstico Climático Trimestral del SMN.

El SMN prevé en el trimestre comprendido entre enero y marzo de 2019 precipitaciones superiores a las normales sobre el norte de la provincia de Buenos Aires, sudeste de Santa Fe y Entre Ríos.

En tanto, en el resto de la zona pampeana, norte de Santa Fe y de Córdoba y sur de Santiago del Estero y de Corrientes el SMN proyecta lluvias normales a superiores a las normales, mientras que en Cuyo y el resto del NOA y NEA se estima que habrá precipitaciones dentro del rango normal en función del promedio histórico.

“Actualmente se observan condiciones con Temperatura Superficial del Mar (TSM) más cálidas que lo normal sobre el Pacífico Ecuatorial Central. De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en el trimestre enero-febrero-marzo 2019 se prevén condiciones de una fase cálida o El Niño con una alta probabilidad de ocurrencia (superior al 80%)”, explica el informe.

“Cabe aclarar que este evento El Niño todavía no está declarado oficialmente por los principales centros climáticos mundiales debido a que la circulación atmosférica no se encuentra acoplada al calentamiento del océano ya observado en los últimos meses”, advierte el SMN.

Vale remarcar que el pronóstico trimestral no indica valores de la variable pronosticada ni su variabilidad a lo largo del trimestre. Se recomienda consultar tanto el pronóstico diario y la perspectiva semanal del SMN para informarse sobre los eventos meteorológicos de alto impacto que no pueden ser previstos en la escala estacional.

Debe tenerse en cuenta además que las previsiones climáticas se refieren a condiciones promedio en grandes extensiones geográficas durante un período y no contemplan detalles de los eventos de escala intra-estacional, como por ejemplo intensidad de sistemas frontales, olas de calor, bloqueos y otros condicionantes del “tiempo” que producen aumento o disminución de la precipitación y la temperatura.