Mostró una inflación interanual del 39.8% versus un 48.0 % el promedio de alimentos y bebidas no alcohólicas en comercios y supermercados.

Las industrias cárnicas están registrando dificultades crecientes para trasladar aumentos de costos a los consumidores argentinos, lo que compromete su capacidad de compra de hacienda a los empresarios ganaderos, dado que la mayor parte de la producción se destina al mercado interno.

En el último año, según los últimos datos publicados por el Indec, la “canasta cárnica” (asado, carne picada, paleta, cuadril y nalga) mostró una inflación interanual del 39.8% versus un 48.0 % el promedio de alimentos y bebidas no alcohólicas en comercios y supermercados de la ciudad de Buenos Aires.

La canasta de productos farináceos básicos en la ciudad de Buenos Aires experimentó un aumento promedio interanual de precios de 66.3%, el cual estuvo liderado por la harina de trigo común 000 con un ajuste del 179%, seguido por los fideos secos guiseros (+98%), el pan francés (+80%) y las galletitas dulces envasadas (+49%).

Otro sector que sufrió por los precios fue el avícola: mientras que en el último año (noviembre/noviembre) el valor del pollo entero ajustó un 64%, los huevos registraron un alza del 85% (con un promedio del sector del 74%). La producción avícola es una de las más afectadas por la devaluación del peso, dado que su principal costo de producción –maíz– se encuentra dolarizado.