A pesar del aumento de consumo de Brasil de este tipo de productos, icen que aún no están dadas las condiciones para aumentar las exportaciones de la cadena olivícola.
El país vecino está incrementando el consumo de productos olivícolas y eso abre una oportunidad para que el sector de la provincia de San Juan aumente sus ventas de aceites de oliva y aceitunas, un escenario que han empezado a alentar desde algunas áreas de Gobierno.
Pero las empresas locales son cautelosas porque dicen que aún no están dadas las condiciones para aumentar las exportaciones de la cadena olivícola sanjuanina, especialmente las de fraccionados que son las que dan valor agregado y mejores dividendos. Desde la Cámara Olivícola aseguran que, pese a la mejora del tipo de cambio producida en el 2018 en Argentina, el incremento de los costos de producción internos -principalmente los logísticos y energéticos-; sumado a factores externos que benefician a sus competidores de España y Egipto, hacen que los precios sanjuaninos aún sean caros para el comprador brasileño. Según el último informe del Consejo Oleico Internacional (COI), que reproduce Diario de Cuyo, las importaciones brasileñas de aceite de oliva han crecido 28% en la última campaña, alcanzando valores máximos de 76.816 toneladas respecto a la temporada anterior y superando los volúmenes medios de las últimas cuatro campañas. En la Agencia San Juan Desarrollo de Inversiones destacaron el dato como una «oportunidad» para que los olivícolas logren mayor penetración.
«El problema son los costos argentinos, lo que cuesta llegar desde San Juan a los puertos de embarque hace que las ventas fraccionadas sean más caras. Dicen que tenemos que ser el supermercado del mundo, pero si los costos no dan, vamos a seguir vendiendo a granel», razonó Patricia Calderón desde la Cámara Olivícola.
La empresaria explicó que la valorización que ha tenido el dólar frente al peso no ha traído todavía competitividad al sector local porque sus rivales juegan con mejores cartas: Egipto sigue vendiendo muy barata la aceituna porque tiene mano de obra para la cosecha cuasi-esclava, asegura; mientras que los aceites que vienen de España y Portugal que son los principales exportadores a Brasil están subvencionados por sus gobiernos. «»Si por ejemplo buscan calidad, la aceituna nuestra es mejor que la de Egipto, pero si buscan precio, perdemos», señaló Calderón. Actualmente los países del Mercosur aplican un arancel del 10% a los aceites importados desde Europa y del 31,3% en Argentina. Por eso desde la Cámara Olivícola se oponen a que se eliminen esos aranceles en las negociaciones que está llevando adelante el Gobierno nacional con la Unión Europea. «Insistimos en que los productos olivícolas queden fuera del tratado de libre comercio porque no podremos competir con productos subsidiados», agregó Calderón.
No obstante, con el crecimiento que está teniendo Brasil y que se espera para el 2019, las empresas locales esperan ahora la misión inversa de importadores brasileños que se realizará en San Juan el próximo 6 y 7 de diciembre. Quieren conocer de primera mano si los precios actuales de los elaboradores de aceites y aceitunas interesan a los brasileños como para poder intentar vender más.
Brasil se ha consolidado en los últimos años como uno de los principales mercados de importación de aceite de oliva mundiales. Durante la última campaña 17/18 se han superado las 76.000 toneladas compradas, lo que representa un 28% más que la campaña anterior.
El año pasado la cadena olivícola sanjuanina concretó exportaciones por un valor FOB en dólares de 7.235.991 a Brasil, lo que representó un 15% del total de venta al exterior realizadas por 47.683.213 de dólares. La mayor cantidad fue de aceitunas, con 7.132.828,48 de dólares.