Los dirigentes de la mesa de enlace se reunieron con funcionarios nacionales para evaluar el impacto del final de las retenciones cero. También dialogaron sobre obras de infraestructura clave y el futuro del INTA.
Los presidentes de CRA, SRA, FAA y Coninagro participaron este lunes de una reunión con representantes del Gobierno en la Secretaría de Agricultura. El encuentro tuvo como eje central el reclamo de los productores por la necesidad de contar con políticas previsibles y precios justos para los granos, en un contexto marcado por la finalización abrupta del esquema de retenciones cero.
Según advirtieron los ruralistas, esa medida transitoria terminó beneficiando principalmente a las grandes cerealeras exportadoras, mientras que los pequeños y medianos productores ya habían vendido sus cosechas antes de la vigencia del beneficio. En este sentido, la titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Andrea Sarnari, remarcó que la eliminación temporal de las alícuotas no alcanzó a la mayoría de los agricultores y que se requieren medidas permanentes para planificar la próxima campaña agrícola con certezas.
Los funcionarios presentes —entre ellos el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta; el secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne; y el titular de ARCA, Juan Pazo— defendieron la postura oficial señalando que los exportadores todavía necesitan comprar mercadería y que esa demanda debería reflejarse en una mejora de los precios. Sin embargo, desde el sector agropecuario insistieron en que no se puede dejar la estabilidad de la producción “librada únicamente al mercado”.
En paralelo, el Gobierno informó que comenzaron las obras hídricas en la Cuenca del Río Salado, un proyecto largamente reclamado por el agro. Los trabajos contemplan dragado, ampliación del cauce, reservorios y nuevas secciones de conducción, con el objetivo de prevenir inundaciones, mitigar sequías y recuperar millones de hectáreas productivas. La primera etapa incluye 33,4 km de dragado entre la Ruta Nacional 205 y la localidad de Ernestina, en el partido bonaerense de 25 de Mayo. Según la cartera, estas obras beneficiarán de forma directa e indirecta a 59 municipios y más de un millón de habitantes.
Además, los dirigentes rurales destacaron la reunión técnica con las autoridades del INTA y de Agricultura, en la que también participaron representantes de CREA y de universidades nacionales. Allí se discutió la conformación del nuevo Consejo Directivo, que quedaría integrado en los próximos días, y se analizaron las líneas de investigación en curso para potenciar su alcance en beneficio de la producción agropecuaria.
En conclusión, el campo valoró algunos avances concretos, como el inicio de las obras del Río Salado y el fortalecimiento del INTA, pero advirtió que la principal demanda sigue siendo la previsibilidad. “Sin reglas claras y sin políticas de largo plazo, la planificación se hace casi imposible”, sintetizó Sarnari al cierre del encuentro.