Julio fue el mes más lluvioso en cuatro décadas en la región núcleo y el Gobierno redujo las retenciones del cereal del 12% al 9,5%. El sector agropecuario se entusiasma con el nuevo escenario y evalúa cómo capitalizarlo.
El maíz enfrenta un panorama inmejorable de cara a la próxima campaña. Las abundantes lluvias registradas en julio —las más importantes de los últimos 40 años en la región núcleo— dejaron los suelos con perfiles hídricos óptimos para la siembra. A este contexto se suma una medida clave del Gobierno: la reducción de los derechos de exportación para el cereal del 12% al 9,5%.
Estos dos elementos generan un escenario positivo que abre nuevas posibilidades para el productor agropecuario. En este sentido, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) lanzó una pregunta central: ¿la mejora en el contexto se traducirá en una mayor superficie sembrada o en una apuesta más fuerte por el paquete tecnológico?
Un impulso a la siembra y al ánimo del campo
“Por el momento se espera un aumento en la siembra del maíz 2025/26 de un 17 % respecto al ciclo pasado”, detalló el último informe de la BCR. Este incremento estaría impulsado por la buena disponibilidad de agua, un año climático «neutral», y las modificaciones en las retenciones.
Desde localidades como Carlos Pellegrini, productores hablaron incluso de un verdadero “relanzamiento” del cultivo. “Se reactivaron las reservas de semilla y fertilizante. Hay entusiasmo, se ha reactivado el mercado”, destacaron.
Además, se percibe un mayor margen de maniobra por parte del productor, ya que la mejora en las condiciones le permite tomar decisiones con más libertad. El informe indicó que la proyección de aumento de superficie pasó del 10% al 20% en algunas zonas.
Previsibilidad y cautela en otras regiones
No todos los actores del sector basan su optimismo solo en cuestiones económicas. “En otras regiones destacan que la clave no fue tanto la mejora económica, sino la previsibilidad que aporta”, señalaron desde la BCR.
Por ejemplo, en el área de Pergamino aún es prematuro definir un cambio claro en las decisiones de siembra, mientras que en Bigand y Bombal, si bien hay mayor tranquilidad por la mejora de precios, los productores se mantienen prudentes. “Seguramente, si hay mejores precios, se invertirá en nitrógeno para el maíz”, comentaron técnicos locales.
Tecnología en la mira: fertilizantes y potencial de rinde
La posibilidad de invertir más en tecnología agronómica aparece como una de las grandes oportunidades del ciclo. Productores analizan aumentar las dosis de fertilización, especialmente de fósforo y nitrógeno, para maximizar el rendimiento en un año que pinta favorable.
“La intención de siembra de maíz en la región núcleo no muestra un cambio y se sigue estimando un 17 % de aumento interanual”, ratificó la BCR. Sin embargo, advirtieron que la evolución del precio de los fertilizantes, en particular del fósforo, será un factor determinante a la hora de definir el nivel de inversión tecnológica.
En resumen, el maíz se encuentra ante un escenario excepcional. La combinación de condiciones climáticas favorables y alivio fiscal reavivó las expectativas del sector. Resta ver si los productores decidirán apostar por ampliar la superficie sembrada o si preferirán intensificar el uso de tecnología para mejorar rendimientos y eficiencia