Ignacio Kovarsky, líder de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), afirmó que las retenciones constituyen y continuarán siendo «un hurto con cualquier gobierno». La controversia surge debido a la no supresión de las retenciones, y en cambio, al incremento de las alícuotas tras la disminución temporal. Entre tanto, el sector agropecuario enfrenta costos más elevados para la producción que el resto de la región y Estados Unidos.

El agropecuario manifestó su descontento con la administración de Javier Milei, aseguró en una conversación con Franco Mercuriali Rivadavia AM 630: “El Presidente dijo que al asumir las iba a sacar. No sólo no lo hizo, sino que después las bajó parcialmente y ahora posterga esa baja. Ya salió un decreto que dice que hasta marzo de 2026 no se bajan para el trigo y la cebada”.

“Pareciera que siempre hay que esperar un par de años. Y mientras tanto, el productor sigue sin margen. Tenemos paciencia, pero el bolsillo ya no aguanta más”, agregó.

Es importante tener en cuenta que, a excepción del trigo y la cebada, los aranceles a la exportación de los demás productos agropecuarios retornan a su nivel previo. Por lo tanto, los derechos de exportación del complejo soja se incrementarían del 24,5% para la harina y el aceite, al 26% para el poroto, a un 31% y 33%, respectivamente. En cuanto al maíz, el aumento sería del 9,5% presente hasta el 12% en vigor hasta mediados de enero.

Kovarsky remarcó que las retenciones fueron y son un límite histórico para el crecimiento del sector. “Es un impuesto que le puso un techo al desarrollo del país. No hemos logrado hacer entender eso a ningún gobierno. Ni siquiera este, que venía a hacer las cosas distintas”, sostuvo.

A su vez, el titular de CARBAP recordó: “Con el kirchnerismo fue directamente una embestida: nos ponían retenciones y encima las festejaban. Cerraban exportaciones de carne, de maíz, imponían regulaciones absurdas. Hoy al menos hay libertad de exportar. Pero las retenciones siguen”.

También destacó que “cuando asumió Macri, las sacó y el resultado fue inmediato: récord de cosecha de trigo, de maíz, más uso de fertilizantes, más rotación. Fue demostrable. Después no arregló el déficit y tuvo que volver a subirlas. Pero al menos arrancó de otro modo. Este Gobierno todavía no cumplió nada”.

Respecto a la competitividad del sector, consideró: “Exportar en Argentina es cada vez más difícil. El tipo de cambio está planchado y los impuestos nos sacan de juego. Uruguay, Brasil, Paraguay: ninguno tiene retenciones al agro. Nosotros, sí. Así no se puede competir”.

Consultado por qué un jubilado que gana la mínima debería apoyar la eliminación de retenciones, Kovarsky respondió: “Porque no es una pelea entre sectores. Las retenciones representan apenas el 5% de los ingresos del Estado. El 78% entra por IVA. Si producimos más, exportamos más, el Estado recauda más. Así se puede pagar mejor a los jubilados, a los médicos, a la policía. Pero necesitamos agrandar la torta, no repartir siempre la misma”.