Las importaciones de carne porcina experimentaron un rápido incremento desde 2025.
De acuerdo con un reporte del asesor experto Juan Uccelli, en tan solo 5 meses se registraron 24.303 toneladas (el 7% del total producido), en comparación con las 3.939 que se registraron en el mismo lapso del 2024, lo que implica un incremento del 522%.
Además, este número ya sobrepasa significativamente las 19.351 toneladas importadas durante el año anterior.
En realidad, la Cámara de Productores Porcinos de Córdoba manifestó su inquietud sobre este asunto. «La carne porcina adquiere mayor relevancia en el consumo argentino, pero genera inquietud la rivalidad con Brasil».
En relación a esto, indicaron que el consumo de carne porcina en Argentina ha experimentado un crecimiento sostenido en las últimas dos décadas, pero alertan acerca de las disparidades en relación a la importación desde Brasil.
Según Uccelli, la aceleración del ingreso de carne extranjera, cuyo objetivo es controlar los precios al consumidor, no tuvo el impacto previsto.
Según el estudio de Uccelli, durante estos cinco meses, la carne de consumo público aumentó en un 25,2%, un incremento que supera tanto la inflación acumulada como el incremento medio de los sueldos.
En contraste, los cortes nacionales mostraron subas mucho menores. El precio de la media res apenas se incrementó un 3,7%, y el del capón —lo que recibe el productor— solo un 4,1%. Sin embargo, los costos de producción para los criadores crecieron 12,7%, en línea con la inflación, lo que implica una pérdida directa de rentabilidad para el productor.
“La pregunta más importante es: ¿quién se quedó con la diferencia?”, plantea Uccelli, y apunta al último eslabón de la cadena: la comercialización.