Las precipitaciones de la semana pasada proporcionaron alivio a la zona central, en la que el 85% de la zona obtuvo al menos 50 mm de agua, con registros que fluctuaron entre 234 mm y solo 4 mm. De acuerdo con el más reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, tanto la soja como el maíz han reaccionado con incrementos en sus producciones y expectativas más alentadoras para el final de la campaña.

«Estas lluvias renuevan el ánimo en el sector ya que mejoran las perspectivas para los cultivos», destacó Florencia Poeta, analista de la BCR. «En el caso particular de la soja de primera, permiten sostener el nivel productivo, pero también mejorar los rendimientos, ya que llegan en la última de las tres etapas de definición de rinde, que es el llenado de granos. Estos milímetros podrían permitir alcanzar incluso 40 quintales por hectárea en algunos sectores, aunque se espera que los resultados de esta campaña presenten gran variabilidad».

Para la soja de segunda generación, las precipitaciones han tenido una relevancia aún mayor: «En los últimos dos días, la situación del cultivo ha progresado y los lotes que se hallaban en condiciones adversas han reducido en 20 puntos porcentuales», aclaró Poeta.

Respecto al maíz temprano, ya se ha logrado un 10% de progreso en la cosecha. Los primeros rendimientos empiezan a consolidarse. En Santa Fe y Córdoba, los rendimientos suelen oscilar entre 100 y 110 quintales por hectárea, en contraste con el norte de Buenos Aires, que fue el área más afectada por la sequía, donde los valores oscilan entre los 40 y los 75 quintales por hectárea», precisó la analista.

Para los próximos días, se esperan nuevas lluvias en la región. Si bien podrían ralentizar el avance de la cosecha, seguirían contribuyendo al desarrollo de los cultivos, generando mejores perspectivas para el tramo final de la campaña.