La siembra de trigo finalizó con la incorporación de 6,5 millones de hectáreas, en línea con lo implantado la campaña pasada, y con una producción proyectada en 19 millones de toneladas, dos millones más que lo obtenido en el ciclo anterior, según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) auguró una cosecha histórica calculada en 20,1 millones de toneladas sobre una superficie de 6,9 millones de hectáreas.
En un contexto donde los precios internacionales permiten la obtención de márgenes positivos para el sector, impulsando la siembra del cereal, el clima vuelve a imponerse como un gran condicionante para alcanzar las marcas previstas por las entidades bursátiles.
En este sentido se expresó la BCR en su último reporte sobre estimaciones agrícolas: «Las lluvias de la primera mitad del invierno de este año están muy por debajo de los acumulados medios históricos de los últimos 30 años, tal como pasaba en el 2020».
«Por delante hay 10 días más sin lluvias a la vista, y se encienden los temores de que se repita la historia del año pasado, la de tener una salida del invierno seca y una primavera que no cumpla con las lluvias promedios», señaló la entidad rosarina.
«Más del 40% del cereal transita etapas desde encañazón hasta floración, bajo condiciones de sequía, con plantas de escaso macollaje y pobre crecimiento. Ante esta situación, se informa la posibilidad de resignar los cuadros más comprometidos, destinándolos únicamente a cobertura», indicó el informe.