El cupo a las exportaciones de carne vacuna representará una pérdida de divisas de USD700 millones para la economía argentina, de acuerdo con estimaciones privadas. Con una caída proyectada para los frigoríficos de entre 30% y 35% en su nivel de actividad, la industria dejará de producir cerca de 25.000 toneladas por mes.

El dato a tener en cuenta es que incluso levantando las medidas en los plazos que maneja el Gobierno, la industria sentirá el impacto y finalizará el año con envíos por 700.000 toneladas, según datos del Mercado Rosario Ganadero (Rosgan).

Esta cifra representa una caída de 200.000 toneladas en relación con los envíos de 2020, que cerraron con un volumen récord de 900.000 toneladas y con el mercado chino como destino excluyente. La entidad rosarina calculó que las ventas externas de carne vacuna, hasta mayo de este año, crecieron en volumen un 9% con relación al año pasado.

A estas variables se debe añadir el derrumbe del precio de la vaca con destino a China que se registró en el Mercado de Liniers.

La operatoria de ese recinto tomó dos caminos bien diferenciados, con un consumo que sigue sostenido, mientras que todos los renglones correspondientes a vacas cayeron entre 20% y 30%.