Expertos anticiparon que no subirán los niveles de agua del río.

“De aquí hasta fines de año debemos esperar que continúe en niveles bajos el río Paraná y que posiblemente la situación se agrave”.  Así lo indicó José Luis Macor, director del Centro de Informaciones Meteorológicas (CIM) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), durante una charla virtual organizada esta semana por esa institución y la Cátedra Unesco Agua y Educación para el Desarrollo Sostenible.

“Los modelos de circulación global de la atmósfera están mostrando que el actual escenario neutral vaya disminuyendo para dar paso probablemente a una Niña débil recién hacia fines del presente año”, explicó Macor.

Bajantes extraordinarias del caudal del río Paraná fueron registradas en los primeros setenta años del siglo pasado, mientras que a partir de la década del ’70 los niveles comenzaron a registrar un incremento considerable.

“Eso se ha debido a la presencia de un período húmedo generado por una variabilidad climática natural y el cambio climático; aún falta investigar qué parte es atribuible a uno u otro factor”, apuntó Carlos Paoli, investigador asociado del Instituto Nacional del Agua (INA).

El investigador resaltó que la bajante se origina fundamentalmente por la reducción de las precipitaciones en las áreas de aporte de la cuenca superior del Paraná y la cuenca del río Paraguay. “Un fenómeno como el actual no se da por un solo mes de bajas precipitaciones sino por una acumulación de bajos registros”, advirtió.

El investigador señaló que no puede descartarse que, luego del período húmedo ocurrido entre la década del ’70 y la segunda década del presente siglo, estemos ingresando en una fase seca con regímenes de precipitaciones más acotados.