Denunciaron que la cooperativa láctea quiere despedirlos «a través de retiros voluntarios con la complicidad de Atilra».
Un nuevo frente se abrió en el conflicto de SanCor, luego de que se conociera la noticia de que ARSA reincorporó a los 21 trabajadores de Mendicrim tras cuatro meses de negociaciones, protestas e intervenciones del Ministerio de Trabajo.
La semana pasada repositores del centro de distribución de Buenos Aires denunciaron que la cooperativa láctea quiere despedirlos “a través de retiros voluntarios con la complicidad de Atilra“.
Según aseguran, hace dos meses que no cobran el sueldo y la semana pasada el gerente de Recursos Humanos de la empresa les informó que quienes quieran dejar sus puestos podrán acceder al 50% de la indemnización en seis cuotas mensuales.
La situación, afirman, se replica en las provincias de todo el país, y comenzó hace cuatro años, cuando se dio el quiebre de la compañía.
“En ese momento, el sindicato intercedió y negoció que los empleados hagamos un aporte solidario por el lapso de un año del 15% del sueldo, a devolver el año siguiente con sueldo actualizado, cosa que nunca ocurrió. Mientras tanto, SanCor se dedicó en los últimos dos años a vender activos, plantas de elaboración, despidos encubiertos con el bonito nombre de retiro voluntario”, relataron.
En concreto, los empleados acusaron al gremio de “hacer la vista gorda” y de “excusarse en que así se conservaban los puestos de trabajo, sin reclamar por el maltrato económico y psicológico”.
“Mientras pocos trabajaban, muchos empleados quedaron suspendidos indefinidamente con el 75% del sueldo, sin aportes jubilatorios y con salarios en cómodas cuotas e incompleto”, se quejaron, y aclararon que los compañeros que aceptaron los retiros hace un año no cobraron el total.