El Gobierno surcoreano informó este miércoles de que ha detectado en el país el primer brote de peste porcina africana.

Es en una explotación cerca de la frontera con Corea del Norte en la que han fallecido cinco cerdos a causa del virus.

El ministro de Agricultura, Kim Hyeon-soo, explicó en rueda de prensa que se ha activado un protocolo que incluye el sacrificio de unos 4.000 cerdos en tres granjas –incluyendo la del foco con los animales infectados– en torno a la localidad de Paju, fronteriza con Corea del Norte.
A su vez se ha impuesto una orden que durante 48 horas prohíbe movilizar cerdos a granjas de todo el país y también obliga a todas las fabricas de piensos y mataderos surcoreanos a detener sus operaciones durante ese lapso.
Kim prometió, en declaraciones que recoge la agencia de noticias Yonhap, «el máximo esfuerzo» por parte de las autoridades para evitar la propagación del virus, para el cual no hay vacunas ni cura, y explicó que se están investigando las posibles vías de contagio, que se cree originado en Corea del Norte.