La escasez de precipitaciones está comenzando a reflejarse en la condición hídrica de los cultivos de la campaña gruesa, específicamente en la soja y el maíz. Por la falta de lluvias, las condiciones de humedad del suelo empeoraron en regiones altamente productivas y eso esta afectando el normal desarrollo de los cultivos.

Por este motivo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) ajustó a la baja el porcentaje de cultivos implantados que se encuentran bajo condiciones óptimas o adecuadas. Es el resultado de la baja ocurrencia de lluvias que podría agravarse durante la primera quincena del corriente mes.

Vale la pena citar un estudio reciente -elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario- donde se asegura que “en el 2024 la zona núcleo acumuló un promedio anual de 960 mm y las lluvias se acercaron al típico gradiente de 800 a 1200 milímetros de este a oeste. La mayoría de las estaciones meteorológicas de la Red GEA (que pertenece a la BCR) registraron valores superiores al año previo, dejando en promedio 26 % más de agua que en el 2023.

En su último Panorama Agrícola Semanal, la entidad porteña destacó que “tras un progreso intersemanal de 8 p.p. la siembra de soja cubre el 92,7 % de las 18,4 MHa proyectadas para la campaña 2024/25”. Además, señaló que “a nivel nacional, el 81 % de lo implantado presenta una condición hídrica entre adecuada y óptima, lo que representa una caída de 7 p.p en comparación con el informe previo.

Es importante destacar que “el 93 % de los lotes aun sostiene una condición de cultivo entre normal y buena, que dependerá de las futuras lluvias”. Por otra parte, “el 32 % de la soja de primera inició estadios reproductivos mientras que del 86 % de la soja de segunda ya fue implantada, necesitando humedad para finalizar las labores de la superficie remanente”.