El mayor curso de agua del país está 80 centímetros por debajo de su altura promedio.

La Bolsa de Comercio de Rosario alertó este viernes en un informe sobre que la bajante que está ocurriendo en el río Paraná, “condiciona los ritmos de embarque en los puertos del Gran Rosario”, la zona desde donde se exporta la mayoría de los granos y subproductos agroindustriales argentinos.

El mayor curso de agua del país está 80 centímetros por debajo de su altura promedio y eso no implica un problema para las barcazas y flejes de cabotaje que bajan desde el Paraguay o Chaco, pero sí para los buques de gran calado que llegan hasta Rosario para cargar mercadería en las principales terminales agroexportadoras.

La semana pasada, por caso, un buque encallado complicó las exportaciones y llegó a obligar a Prefectura a cortar el canal principal del Paraná.

“El tránsito de los navíos se vuelve más dificultoso y lento en las circunstancias actuales cuando las embarcaciones varadas obstruyen el flujo de navegación. Hay plantas industriales de la zona que están recibiendo buques con demoras de 10 días”, remarcó la entidad rosarina.

Por este motivo, hay muchas empresas que deciden mantener los buques cargados en el puerto, ya que no pueden salir por el bajo nivel del agua.

El problema es que la inmovilización de buques representa un costo diario para las compañías exportadoras de entre 30 mil y 50 mil dólares, dependiendo del tipo buque y el modo de contratación.

Las perspectivas climáticas, en tanto, no son alentadoras: los pronósticos del Instituto Nacional del Agua prevén una caída adicional del Paraná a la altura de Rosario, al tiempo que no se proyectan lluvias importantes en el norte que podrían nutrir al río en un futuro cercano.