El objetivo es que los valores de los combustibles premium bajen un 10%, ya que son los que más aumentaron a lo largo del año, con casi un 70%.
Con el precio internacional del petróleo en baja y el dólar estable, el Gobierno pretende que las distribuidoras locales recorten al menos un 10% el valor de los combustibles de venta al público.
Fuentes ligadas al sector empresarial confirmaron las negociaciones, aunque por el momento no hay señales de las petroleras de querer bajar los precios.
Uno de los argumentos del Gobierno es que a principios de octubre el barril de petróleo estaba en 85 dólares pero luego bajó abrupatamente hasta los 62 dólares.
También influye la relativa estabilidad del dólar dentro del margen de flotación cambiaria, que por estos días se mueve entre los 36 y 37 pesos, lejos de los 42 que cotizó a fines de septiembre y que influyó en el alza del valor del combustible.
A mediados de este mes y por primera vez en el año, las distribuidoras locales anunciaron una rebaja en los precios, aunque comparada con los aumentos fue prácticamente imposible de apreciar. La primera compañía en recortar los valores fue Axion y luego se le sumó Shell.