Los productores agrícolas del centro y el norte de Santa Fe consideraron las lluvias registradas en los últimos días como «suficientes y oportunas», en especial para los cultivos de trigo que están en pleno desarrollo, y también porque dotaron de agua útil los suelos para el proceso de siembra del maíz y el girasol.

El informe semanal que confeccionan el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe precisó hoy que el acumulado de lluvias fluctuó entre los 10 y los 60 milímetros, que sirvió para revertir los escenarios de déficit hídrico y reiniciar la siembra.

En el caso de los trigales, en particular los de ciclo largo, «finalizaron su etapa de macollaje bajo escenarios de escasas precipitaciones y comenzaron los estadios fenológicos de elongación de tallo con posterior preemergencia floral».

Ante el aumento de la demanda de agua en esa etapa, los productores consideraron que «las lluvias registradas fueron no sólo necesarias, sino también adecuadas, provechosas y se produjeron en momentos ideales del desarrollo de los cultivares».