Pese a la falta de lluvias y los pronósticos de reducción, las primeras cosechadoras muestran rindes sorprendentes en la zona núcleo.
La falta de lluvias que ocurrió durante el invierno y el inicio de la primavera llevó a que tanto las Bolsas de Comercio de Rosario como de Cereales de Buenos Aires, y el Gobierno nacional, redujeran sus pronósticos de cosecha de trigo para el presente ciclo.
Sin embargo, en algunas zonas en las que los análisis preliminares eran pesimistas, ahora la situación viró 180 grados y los primeros datos que van arrojando las cosechadoras muestran rindes sorprendentes en función de la cantidad de agua caída en período crítico.
En su último informe para la zona núcleo, la Bolsa de Rosario afirma que ya se cosechó la mitad de los lotes en esa región con una media de 39 quintales por hectárea, cinco quintales más que la campaña pasada.
Así, con una siembra que fue 150 mil hectáreas superior a la 2018/19, la producción en esta región podría ser récord: más de seis millones de toneladas.
“Si bien fue un invierno con muy pocas lluvias, el cultivo arrancó con los perfiles cargados y se hizo pensando en altas productividades. La excelente fertilización y los controles de enfermedades (en promedio se realizaron dos) están teniendo mucho que ver en estos resultados”, manifestó la entidad santafesina.