Además se intimó a los directivos del gremio lácteo a dejar sin efecto, durante ese período, toda medida de acción directa que estuviesen implementando.

Las autoridades del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación dictaron la conciliación obligatoria para los trabajadores afiliados a la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra), quienes el lunes habían iniciado un paro sorpresivo de 24 horas luego de trabajar a reglamento el fin de semana largo pasado.

Por medio de una disposición firmada el mismo lunes por Gabriela Marcello, directora nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, se dictó la conciliación obligatoria por un plazo de 15 días, además de intimar a los directivos del gremio lácteo a dejar sin efecto, durante ese período, “toda medida de acción directa que estuviesen implementando y/o tuvieran previsto implementar, prestando servicios de manera normal y habitual”.

El próximo 17 de julio se realizará en el ámbito del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social una audiencia entre representantes de Atilra y del Centro de la Industria Lechera (CIL) y de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) con el propósito de intentar lograr un acuerdo entre las partes que evite complicaciones en el normal abastecimiento de productos lácteos durante la actual emergencia social y económica.

Apymel, por medio de un comunicado, denunció que “determinar medidas de fuerza unas seis horas antes del inicio de un fin de semana largo es actuar de mala fe y agregar un paro total por 24 horas más es reiterar la actitud, porque el objetivo fue maximizar el daño y que se tire leche, con la intención de culpar a las industrias por esa consecuencia, que se logró evitar”.

“El miércoles pasado a las 17 horas Atilra anunció un quite de colaboración en todas las plantas lecheras del país e instó a sus afiliados a no asistir a los lugares de trabajo durante los feriados del 9 y 10 de julio e incluso durante los días 11 y 12 del fin de semana”, explicó Apymel.

“A esa hora todas las fábricas tenían planificadas las instancias de producción de este inusual y largo fin de semana, para procesar los más de cien millones de litros de leche que ingresarían a las fábricas en ese plazo. Los turnos estaban programados, el personal preparado para asistir, cobrando como corresponde más de 8000 pesos por cada jornada laboral especial, e incluso cubriendo como se viene haciendo durante el aislamiento social obligatorio a los compañeros que corresponden a grupos de riesgo frente a la pandemia de coronavirus”, añadió.

“No conforme el gremio con las complicaciones generadas desde el jueves, se declaró un paro total de actividades por 24 horas, que comenzó a regir este lunes. Esta injustificada medida de fuerza puso en riesgo a más de 50 millones de litros de leche cruda, la recolección en los tambos, el procesamiento y distribución de los productos lácteos, para no desabastecer a los puntos de venta y atender a la demanda de los consumidores”, advirtió.

“En medio de una crisis sin precedentes a nivel mundial, donde los alimentos escasean, hecho que se evitó en nuestro país durante estos más de tres meses, Atilra decidió en forma unilateral ir contra el gobierno, los consumidores, la industria láctea y los tambos, sin una instancia de negociación previa. La leche es perecedera, se arruina si no se procesa, por lo tanto, resulta inconcebible determinar un paro de cinco días que pone en riesgo a unos 500 millones de vasos de leche que representan el alimento de 50 días para todos los niños del país”, expresó.