El presidente de la Nación, Mauricio Macri, participó este martes de una jornada nacional organizada por Coninagro. Habló también sobre las retenciones.
El propio presidente confirmó en la Jornada de Coninagro que no habrá cambios en retenciones: «No creemos en ese impuesto, es muy malo y castiga a aquel que quiere producir más».
En un diálogo con la conducción de la organización, el jefe de Estado se planteó por primera vez la posibilidad de perder las elecciones. Al analizar el sendero económico iniciado por su gobierno y al hablar sobre la necesidad de sostener las reformas iniciadas por su gestión con el objetivo de derrotar a la inflación, aseguró: «Si nos toca estar en la oposición, vamos a apoyar estas cosas; para nosotros lo más importante es salir adelante y que los argentinos estén mejor».
No obstante, el jefe de Estado se mostró confiado en que convencerán a los argentinos que están con bronca y no lo votaron en las primarias, rechazó la posibilidad de un nuevo aumento en las retenciones, y le solicitó en varias oportunidades a la oposición que explique cómo va a cumplir con sus promesas de campaña.
En el mismo sentido, agregó que «el impuesto más justo y más solidario es el Impuesto a las Ganancias». «Es que cada argentino, que produce con capacidad y talento, solidariamente comparta una parte de su trabajo a aquellos que requieren más ayuda del estado».
«Creo en la libertad de poder trabajar y desarrollarnos», comentó Macri en la Jornada de la que participaron los candidatos a presidente Roberto Lavagna, José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión.
Por otro lado, Macri agregó: «No creo en los impuestos que se pusieron en las provincias, Ingresos Brutos es un mal impuesto al igual que las tasas municipales. Hay tasas abusivas que se ponen para reparar caminos que nunca se arreglan».
En un “conversatorio” en el que contestó preguntas del presidente de la entidad, Carlos Iannizzotto; y de otros dirigentes, Macri sostuvo por ejemplo que “es un milagro lo que ustedes (por los productores) han hecho, sin haber tenido crédito durante la mayor parte de las últimas décadas”.
Desde su punto de vista, esto genera “una enorme admiración”, pero también “mucha tristeza”, porque “con una política que hubiera ordenado los desequilibrios antes, la compra de equipos o de tecnología hubiera sido cinco o diez veces más grande”.