Según el Indec, durante el año pasado las ventas cayeron un 30%. Las principales causas fueron la sequía y el complicado escenario financiero.
Las cosechadoras lideraron las caídas, según difundió Infobae, con una baja en relación al 2017 del 45,8% por ciento. El año pasado se vendieron 789, contra 1.455 del ejercicio anterior.
Luego se ubicó el rubro de tractores con una caída en las ventas del 35,8%, que pasaron de 9.696 unidades comercializadas en 2017 a 6.226 en 2018.
Respecto de las sembradoras, las ventas bajaron un 21%, con una comercialización de 1.758. En 2017 la cifra fue de 2.224.
Además, en los implementos agrícolas se observó una merma del 23,9 por ciento, que pasó de 9.397 unidades a 7.147.
Todas estas caídas en el número de unidades vendidas, también se extendió a la facturación que medida a precios corrientes bajó 1,2% respecto al 2017, al haber sumado casi 30.826 millones de pesos.
Pero, no todo parecería ser negativo frente a este panorama. Un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea (elaborado por los investigadores Marcos Cohen Arazi y Fernando Kühn) destaca, por ejemplo, que los datos del último trimestre del año pasado muestran “un freno en la caída e incluso una leve reversión en algunas ramas” de la maquinaria agrícola.
“La mejor situación relativa la ostentan las sembradoras que, al igual que las cosechadoras y los tractores tuvieron en 2016 y 2017 desempeño muy positivos. Sin embargo, no sufrieron un desplome tan pronunciado en las ventas en 2018. Esto explica por qué en el último año se vendieron 57 por ciento más unidades que en 2015”, mencionan los economistas del Ieral.
Y añaden: “Considerando el global de ventas de los cuatro rubros en conjunto, el incremento respecto a 2015 es del 14 por ciento, reflejando que el 2018 borró una parte importante de la recuperación que el sector había experimentado en 2016-2017, y ahora se trasladan las expectativas al 2019”.