Fue fundamentalmente como consecuencia de la sequía del verano pasado e inundaciones.

La liquidación de divisas del agro y las industrias derivadas afrontaron en 2018 las consecuencias de la intensa sequía del último verano y las inundaciones que afectaron a la zona núcleo en abril.

Los más perjudicados fueron los principales cultivos, soja y maíz, cuya calidad y rindes se definen en febrero y constituyen la principal fuente exportadora en otoño, con las liquidaciones de la cosecha gruesa.

No obstante, un muy buen desempeño del trigo, tanto en producción como en exportación, y precios internacionales estables recortaron las pérdidas de divisas por las menores ventas del sector, que totalizaron los USD 20.219,5 millones en 2018, según datos de CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina) y CEC (Centro Exportador de Cereales).

Esta cifra es un 5,5% inferior a los USD 21.399,1 millones de 2017 y la más baja desde los USD 19.952,5 millones de 2015, entonces con mayores retenciones y un visible atraso cambiario por la vigencia del «cepo» al dólar.