Saldrán a manifestarse, una vez más en el año, los dueños de los camiones, pequeños y medianos empresarios a los que no les cierran los costos.
La huelga, de la que participarán unos 100.000 camiones, es impulsada por Federación de Transportistas Rurales (Fetra), que tiene unas 310 delegaciones en todo el país aunque con un poderío mayor en la pampa húmeda, donde se produce el grueso de los cereales y oleaginosas.
Valeria Pardo, abogada patrocinante de Fetra, explicó que la protesta será llevada a cabo ante la negativa de los dadores de carga y el Gobierno de renegociar la tarifa de referencia para los fletes con una cláusula gatillo por inflación.
El paro, prometen los transportistas autoconvocados, será por tiempo indeterminado. Eso paralizará por ejemplo el complejo agroexportador de Rosario, uno de los más importantes del mundo y clave para el ingreso de divisas al país.
La Fetra había acordado 23 de agosto pasado una tarifa de referencia con los dadores de carga y el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich. Esa actualización se hizo con los precios de julio, pero en menos de tres meses, los costos operativos se han vuelto a disparar principalmente por el aumento en los combustibles.
Aquella tarifa de referencia fue oficializada por el Gobierno en septiembre, con un reajuste del 18 por ciento. Además de estar desfasada, dicen los transportistas, los dadores de carga muchas veces se niegan a pagarla y tiran los valores para abajo, porque la tarifa no es obligatoria.
Por ese motivo, la Fetra tiene un litigio abierto por abuso de posición dominante contra las 23 principales grandes empresas acopiadoras del país en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), por la que aún no han tenido respuestas.