La sumatoria de los impuestos provinciales y nacionales se llevan casi 61 de cada 100 pesos que genera una hectárea agrícola promedio a nivel nacional.

En septiembre la participación del Estado en la renta agrícola es en promedio del 60,9%, según el Índice Fada. Es decir: la sumatoria de los impuestos provinciales y nacionales se llevan casi 61 de cada 100 pesos que genera una hectárea agrícola promedio a nivel nacional.

Se trata de una cifra que, si bien es superior a la registrada en la anterior medición realizada en junio pasado (55,8%), se encuentra diez puntos por debajo del nivel presente en septiembre del año pasado (71,1%). También es menor a la de septiembre de 2016 (65,4%) y de 2015 (94,1%).

El indicador –que pondera la situación a nivel nacional de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol–, según detalló el sitio Valorsoja.com, muestra que la megadevaluación instrumentada este año por el gobierno nacional compensa (por el momento) el incremento de la presión tributaria implementado a través del régimen de retenciones móviles (vigente desde comienzos del presente mes).

Si bien la Fundación Fada indica que el 72% del costo total de una hectárea de soja está dolarizado (incluyendo el arrendamiento), la devaluación registrada en los últimos meses es tan abrupta que la licuación del 28% del componente pesificado contribuye a mejorar la competitividad del agro de manera notable.

Otra manera de observar la situación –siempre con los datos correspondientes al presente mes de septiembre– es cómo se reparte la torta del valor bruto de producción de la canasta de cultivos seleccionados para elaborar el Índice Fada: 45.1% costos (insumos y servicios), 31.7% impuestos nacionales, 10.9% renta o costo de oportunidad de la tierra, 1.7% impuestos provinciales y 10.5% resultado agrícola (el sueldo de productor). La medición no considera impuestos municipales.

Es decir: en la actual campaña agrícola los propietarios de campos –considerando una situación climática normal– recibirán en promedio una proporción equivalente de la torta del negocio que los empresarios (aunque, por supuesto, sin asumir ningún riesgo).

Un dato interesante es que el índice nacional correspondiente sólo a la soja es de 67.7% versus 55.6% el maíz y 48.1% el trigo. No es casual que el doble cultivo trigo/soja de segunda tenga –por el momento– la mejor perspectiva de rentabilidad en la actual coyuntura.

La renta agrícola es el resultado de restarle al valor de la producción, los costos de producir, comercializar y transportar la producción. Por lo tanto, si suben los costos, la renta baja y el indicador sube. Y si, como es el caso actual, bajan los precios, se reduce el valor de la producción, disminuye la renta y, nuevamente, aumenta el índice Fada.