La campaña 2024/2025 de legumbres marcó un hito histórico para el agro argentino, con un crecimiento del 57% en la producción total, que alcanzó 1,29 millones de toneladas, y una expansión del 20% en el área sembrada, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP).
El rendimiento promedio mejoró un 34%, impulsado por condiciones climáticas favorables y una mayor adopción de tecnologías de manejo. Este desempeño posiciona al país entre los principales exportadores de legumbres de la región, con ventas a 85 destinos internacionales, entre ellos México, Venezuela, España, Brasil, Turquía y Pakistán.
El poroto y el garbanzo encabezaron la expansión del complejo, aportando más de la mitad del incremento total. Se sembraron 666.000 hectáreas de poroto, 151.500 de garbanzo, 107.000 de arveja y 31.500 de lenteja.
Las provincias de Salta y Santiago del Estero lideraron el mapa productivo, seguidas por Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Jujuy, Entre Ríos y Catamarca.
Además de su impacto económico, las legumbres aportan beneficios agronómicos clave, como la fijación natural de nitrógeno, que mejora la fertilidad del suelo y reduce la necesidad de fertilizantes químicos. Esto fortalece la sustentabilidad del sistema agrícola y amplía las oportunidades para las economías regionales.
En un contexto global donde crece la demanda por proteínas vegetales, Argentina se posiciona con ventajas competitivas gracias a su diversidad de especies, calidad de producto y experiencia exportadora.
Con precios internacionales firmes y proyecciones de nuevas inversiones, los analistas prevén que el complejo leguminoso argentino continuará expandiéndose y podría superar nuevamente el millón de toneladas en la próxima campaña, consolidándose como un pilar estratégico de la agricultura nacional.















