La comercialización de granos en la campaña 2024/25 avanza con ritmos distintos entre los dos principales cultivos de Argentina: la soja y el maíz. De acuerdo con un informe reciente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, mientras la oleaginosa mantiene un nivel de ventas superior al promedio histórico, el cereal se encuentra más rezagado respecto a ciclos anteriores.
En el caso de la soja, ya se negociaron unas 31,3 millones de toneladas, lo que representa el 61% de la producción nacional estimada en 50,9 millones. Este nivel es 4% mayor al del mismo período del ciclo previo y 2% más alto que el promedio de las últimas cinco campañas.
El grueso de las ventas se concentró en mayo, aunque junio también registró un fuerte caudal de operaciones debido a la finalización de la rebaja temporal de los derechos de exportación (DEX). En total, 26,2 millones de toneladas ya tienen precio fijado (84%), mientras que aún restan ponerle valor a 24,7 millones, es decir, casi la mitad de la producción.
El dinamismo del mercado también se reflejó en las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), que alcanzaron 35,2 millones de toneladas entre poroto, aceite y subproductos. Esto significa que el sector exportador deberá adquirir al menos 3,9 millones de toneladas adicionales para poder cumplir con sus compromisos de embarque.
El contexto político y económico también influyó en la dinámica comercial. El pasado 8 de septiembre se anotaron 1,1 millones de toneladas en un solo día, lo que la Bolsa atribuyó a la reacción del mercado tras el resultado adverso del oficialismo en las elecciones legislativas bonaerenses, evento que impulsó una suba del dólar por encima de los $1400. En ese escenario, el precio de la soja en el mercado de Rosario alcanzó el valor real más alto en 14 meses.
En paralelo, el maíz presenta un panorama más moderado. Con una producción estimada en 50 millones de toneladas, las ventas llegan a 27,9 millones (56%), es decir, seis puntos por debajo de la campaña pasada y catorce puntos menos que el promedio histórico. De ese total, 22 millones ya tienen precio (79%).
Las DJVE de maíz suman 24,3 millones de toneladas, lo que refleja una demanda externa más contenida en comparación con la soja. Por eso, los precios locales se sostienen principalmente gracias al consumo interno. De todas maneras, el cereal también mostró subas: en septiembre, el valor promedio en Rosario fue de $244.570 por tonelada, un 6% más que en agosto y 44% por encima de la marca de hace un año, ubicándose en su nivel real más alto desde marzo.
La relación de precios entre ambos cultivos ayuda a explicar las decisiones de los productores. Hoy, una tonelada de soja compra 1,7 toneladas de maíz, frente a 1,3 en abril. Esta mejora del 22% en el poder de compra de la oleaginosa refuerza el mayor interés en su comercialización y el retraso relativo del maíz.