Las recientes lluvias generaron excesos hídricos en la región núcleo, las cuales afectan directamente a la producción. Localidades como Bigand y Santa Teresa, ambas en Santa Fe, ya han registrado más de 300 milímetros de precipitaciones en lo que va de marzo, un volumen que, sin duda, impacta en el desarrollo de los cultivos, especialmente en lotes de soja que hoy se encuentran encharcados.

El equipo de GEA (Guía Estratégica para el Agro) de la Bolsa de Comercio de Rosario, ha estado monitoreando de cerca esta situación y a través del siguiente informe detalla cuáles son los efectos de estas precipitaciones sobre los principales cultivos.

Según el GEA, aún es temprano para determinar el alcance del daño que estas lluvias podrían haber causado en los cultivos. Sin embargo, es evidente que los anegamientos presentan un desafío adicional, especialmente cuando el agua comience a retirarse y sea posible evaluar con mayor precisión las pérdidas.

El atraso en la cosecha de los maíces preocupa, ya que la alta humedad y la inestabilidad climática retrasan la disminución de la humedad en los granos. Este contratiempo afecta no solo el calendario de cosecha sino también la calidad y la eficiencia de la recolección.