Argentina atraviesa un período de fuerte dinamismo en materia de riego agrícola, un aspecto clave para estabilizar rendimientos, mejorar la eficiencia del uso del agua y fortalecer la producción forrajera en regiones con marcada variabilidad climática.

Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), la superficie irrigada se expandió en 63.400 hectáreas durante los últimos 24 meses, impulsada por inversiones privadas y la incorporación acelerada de nuevas tecnologías hídricas.

El informe técnico de la Dirección Nacional de Agricultura estima que este crecimiento representó una inversión total cercana a US$185 millones, consolidando un proceso de modernización que busca reducir los riesgos productivos asociados al clima.

Más de 600 pivotes vendidos y 55.000 nuevas hectáreas bajo riego

Uno de los datos más destacados del informe es la venta de más de 600 equipos de riego por pivot, por un valor superior a US$147 millones, lo que permitió incorporar alrededor de 55.000 hectáreas irrigadas bajo este sistema. El pivot central continúa siendo la tecnología más adoptada por su eficiencia, uniformidad en la distribución del agua y su impacto directo en la estabilidad de la producción de granos y forraje.

En paralelo, se sumaron 8.400 hectáreas bajo riego por goteo, una modalidad que avanza con fuerza en cultivos intensivos, frutihortícolas y tambos, gracias a su precisión en la administración del agua y su aporte a la mejora del manejo de efluentes. Este rubro implicó inversiones por encima de US$38 millones.

Estudios recientes sostienen que el goteo permite un uso más eficiente del recurso hídrico, reduce pérdidas y contribuye a la obtención de alimentos de mayor calidad, un aspecto clave en establecimientos lecheros y producciones intensivas.

Capacitación, tecnología y el rol del Estado

Mientras el sector privado lidera la expansión, el área agropecuaria nacional sostiene programas de capacitación técnica destinados a productores, asesores y empresas AgTech. Una de las actividades más relevantes fue la jornada “Producción Láctea: Riego, Forraje, Efluentes y Tecnología”, realizada en la Estación Experimental INTA Manfredi, en Córdoba.

Allí, más de un centenar de asistentes participaron de disertaciones y demostraciones prácticas sobre riego en sistemas forrajeros, manejo de efluentes mediante goteo, innovaciones en silaje y nuevas herramientas digitales para monitoreo, automatización y eficiencia energética de los equipos.

El financiamiento se suma al impulso productivo

En el encuentro participaron entidades financieras como el BICE, el Banco Nación y el Banco de Córdoba, que presentaron líneas de crédito para inversiones en riego, tecnología y equipamiento para tambos. La presencia del sistema bancario reflejó un interés creciente en acompañar procesos de modernización y eficiencia dentro del sector agropecuario.

Hacia una agricultura más estable y competitiva

La combinación de inversión privada, asistencia técnica, financiamiento y adopción de nuevas tecnologías consolida una tendencia en alza. Según especialistas, el riego eficiente no solo estabiliza los rindes, sino que permite desarrollar esquemas productivos más competitivos y resilientes, especialmente en regiones donde la variabilidad climática ha sido un obstáculo histórico.

Para un país con enorme potencial agrícola pero condicionado por los ciclos de lluvia, la expansión de la superficie irrigada aparece como una herramienta estratégica que seguirá ganando protagonismo en los próximos años. Si querés, también puedo armar la versión corta, un copete alternativo o un título más llamativo.