La provincia de Buenos Aires, encabezada por Axel Kicillof, decidió no actualizar la segunda cuota del Impuesto Inmobiliario Rural, manteniendo así el monto igual al del período anterior. Esta medida busca proporcionar un respiro financiero a los productores rurales, especialmente a los de menor escala, en un contexto económico desafiante.
Esta decisión fue tomada luego de una serie de reuniones entre el gobernador y representantes de la Mesa de Enlace Bonaerense, que incluye a entidades como la Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina, Carbap y Coninagro. Durante estos encuentros, se plantearon preocupaciones sobre aumentos excesivos en el impuesto que estaban previstos en el 20% y, según algunos reportes, alcanzaron hasta el 500% en ciertos casos, aunque el gobierno asegura que los incrementos se mantuvieron dentro de los límites establecidos por la Legislatura. Los aumentos, argumentaban los dirigentes agropecuarios, eran mayores por la inexistencia de descuentos.
Esta medida se suma a una serie de políticas presentadas por la administración de Kicillof como destinadas a apoyar al sector agropecuario de la provincia. Como por ejemplo, la introducción de nuevos créditos y herramientas financieras que facilitan la compra de insumos y maquinaria esencial para la producción agrícola.