Las lluvias entre viernes y el domingo dejaron un saldo muy favorable en gran parte de Buenos Aires y La Pampa, ajustándose a lo previsto.
Los acumulados superaron los 60 milímetros principalmente del centro hacia el noroeste de Buenos Aires y el centro norte de La Pampa.
Por otra parte, el sistema de mal tiempo no logró avanzar sobre las provincias del centro y sólo zonas del extremo sur de Santa Fe y áreas reducidas del sudeste de Córdoba, pudieron sumar milimetrajes que pueden considerarse un auxilio. Las previsiones para Entre Ríos y el este de Santa Fe, no fueron validadas.
La oferta de agua en el sudoeste entrerriano y gran parte del centro sur de Santa Fe, apenas sumó en forma marginal. Si bien este sector no estaba dentro del epicentro de las lluvias previstas, se esperaban lluvias que al menos alcanzaran los veinte milímetros. Para Córdoba, la falta de precipitaciones no ha sorprendido.
Por su parte, frente a las costas del sudeste bonaerense, se observa el sistema de baja presión que impulsó el frente. Esta baja no logró una posición central sobre la región pampeana, fue desviada hacia el este noreste, afectando Uruguay, pero marginando las provincias del centro.
El avance hacia el noreste del brazo frontal fue muy rápido, actualmente ya en territorio brasileño. La semana que inicia se perfila con muy poca actividad en cuanto a precipitaciones.
No se descartan lluvias débiles sobre el centro sur bonaerense y zona de Entre Ríos durante el miércoles, como evento previo a la llegada de aire más frío. Esta irrupción de aire frío puede afectar con heladas las áreas del sur bonaerense, pero es muy poco probable que este enfriamiento logre proyectarse hacia la zona núcleo central.
Lo que si debemos destacar es que esta entrada de aire frío puede condicionar el comportamiento de las lluvias de comienzos de octubre.