La Bolsa de Comercio de Rosario indicó que el Estado se quedaría casi con el 40% del valor bruto de la exportación de cada hectárea de trigo/soja, ya sea en campo alquilado o propio.

El trabajo elaborado por Sofía Corina y Julio Calzada, economistas de la entidad rosarina, analizó los posibles márgenes brutos y netos que podrían surgir del cultivo combinado con trigo y soja de segunda en la zona núcleo, a partir de lo que un productor está proyectando en cultivar 100 hectáreas a 150 kilómetros de distancia de los puestos, y/o fábricas del Gran Rosario, y que podría llegar a obtener un rendimiento de aproximadamente 40 quintales por hectárea en soja y de 30 quintales por hectárea en trigo.

A partir de esto, el relevamiento indica: “El peso de los impuestos en campo propio es alto. Si valuamos la producción que generaría ese campo de 100 hectáreas de la zona núcleo utilizando el precio FOB de exportación del trigo y la soja, cada hectárea generaría cerca de 1.762 dólares de divisas genuinas. A nivel tributario, ese campo pagaría 419 dólares en concepto de retenciones y un total de 658 dólares por hectárea computando todos los tributos, ya sea retenciones, Impuesto a las ganancias, bienes personales, inmobiliario rural, etc”.

Y agrega: “De esta forma lo pagado en diversos tributos representa el 37% del valor bruto de exportación que genera ese campo, una cifra elevada. Todo esto sin contar el resto de los impuestos que paga indirectamente el productor por la compra de insumos, contratación de servicios, etc. No se computan además los tributos que pagan el resto de los actores de la cadena: contratistas, vendedores de insumos, corredores, acopiadores, etc».

Por otro lado, el relevamiento comparó los 284 dólares por hectárea que obtiene un productor en campo propio como margen neto contra los 658 dólares por hectárea que ese campo paga por tasas, impuestos y contribuciones, donde queda claramente demostrado la elevada presión impositiva que debe hacer frente el productor.
Además, fue determinante el aumento de bienes personales a partir de los cambios normativos que se instrumentaron en diciembre pasado, y que se transformó en un costo para el productor de 57 dólares por hectárea.