En el ciclo 2018/19 el volumen de cultivares de soja certificada por el Instituto Nacional de Semillas (Inase) fue el más bajo desde la campaña 2015/16.

Se certificaron 303.982 toneladas de semilla de soja en 2018/19, según los últimos datos oficiales disponibles, lo que equivale a una superficie del 23,6% del total del área sembrada en esa campaña.

Mientras que en el ciclo 2017/18 la semilla certificada había cubierto un 26,3% del área nacional de soja, en 2016/17 esa proporción fue del 27,1% y en 2015/16 del 21,7%, según detalló el sitio Valorsoja.com.

La contrapartida de la retracción de la demanda de semilla certificada es un crecimiento de la siembra de semilla de propia multiplicación (“uso propio”), la cual, en caso de provenir originalmente de una compra legal, está amparado por la legislación argentina.

Entre las principales hipótesis que podrían explicar el bajón de demanda de la semilla certificada se incluye la pérdida de poder adquisitivo del productor generada por el aumento de los derechos de exportación implementado en septiembre de 2018 y la escasa aceptación por parte de la mayor parte de los empresarios agrícolas de la zona pampeana a abonar el canon de la tecnología Intacta (RR2 PRO) introducido en cultivares de alta performance agronómica.

A partir de la información recabada por el sistema Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA), el Inase ejecuta las tareas de investigación y fiscalización sobre el origen de la semilla utilizada y el cumplimiento de las normativas vigentes.