Se trata de un envío de 500 kilogramos de ojo de bife que Swift Argentina –controlada por el grupo brasileño Minerva– enviará a la ciudad de Miami por vía área.

Ayer por la noche se concretó el primer despacho de carne bovina argentina con destino a EE.UU. luego de una interrupción comercial que se extendió por 17 años.

La noticia fue comunicada personalmente por Miguel de Achaval, presidente de Swift Argentina, al secretario de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere. “Es una satisfacción enorme que a sólo quince días de haber anunciado la reapertura del mercado estadounidense, ya se concrete la primera exportación. Además con cortes de alto valor para un mercado con gran potencial lo que se traducirá en mayor empleo para cada rincón de Argentina”, señaló Etchevehere.

Argentina cuenta con una cuota de exportación en EE.UU. de hasta 20.000 toneladas anuales libre de aranceles, mientras que lo que exceda dicha cuota abonará un arancel de ingreso del 26,4%.

Se estima que el 80% del producto a exportar sería carne magra que demanda la industria estadounidense para la producción de hamburguesas. El 20% restante serían cortes de alta calidad –como el embarque que se realizará hoy–, es decir, productos premium con características especiales.

Minerva, quien a fines del año pasado se hizo cargo de los activos que el grupo brasileño JBS gestionaba en el mercado argentino, opera solamente la megaplanta de Swift localizada en Rosario, al tiempo que mantiene cerradas (tal como hizo JBS luego de enfrentarse con el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno) las unidades industriales localizadas en Venado Tuerto, Jesús María, Pontevedra y Berazatagui.

El 2 de julio de 2015, el equivalente en EE.UU. al Senasa (APHIS/USDA) autorizó la importación de carnes bovinas frescas de Argentina, prohibidas por entonces desde hacía 14 años por EE.UU. debido a la presencia de fiebre aftosa, una enfermedad de la cual Argentina ha sido reconocida internacionalmente libre desde el año 2007. Sin embargo, para concretar las exportaciones el USDA se tomó un período de casi dos años y medio.