Es durante el segundo trimestre de 2018, en comparación del mismo período del año pasado. La facturación cerró en $ 7.654,9 millones.

La cifra representa una baja de 7,5%, según el Indec. Los números de unidades vendidas registraron bajas significativas: las cosechadoras, 52%; los tractores, 27,9%; los implementos, 23,6% y las sembradoras, 20,5%.

“La caída ha sido generalizada, no queda un producto exento”, explica Reynaldo Postacchini, vicepresidente de Claas Argentina, al diario Perfil. La filial de la firma alemana es una de las líderes locales y globales. Números similares registran en Agco Argentina: “Esta caída va a ir creciendo hasta fin de año“, prevé Lucas Costa, gerente de marketing de esta empresa norteamericana con presencia en casi todo el mundo y dos plantas productivas en la provincia de Buenos Aires, una en General Rodríguez y otra en Haedo.

También acusa el golpe de la retracción José Luis Morena, gerente comercial de la fabricante local Pla,que en julio pasado quedó en manos de la estadounidense John Deere. “Hasta junio, las ventas se encontraban en valores similares a los de 2017, pero a partir de julio, la caída es del 50%”, informa el vocero de la fábrica de pulverizadoras, sembradoras y productos especializados con sede en Las Rosas, Santa Fe.

“La sequía repercutió directamente en el ingreso del productor, pero el movimiento del dólar también eleva el nivel de incertidumbre y desalienta la inversión”, señala Postacchini, de Claas. Costa, de Agco, suma otras razones del cóctel recesivo: “La falta de financiamiento por parte de las entidades privadas y públicas. La suba de las tasas de interés”. Agco fabrica los tractores Agco Allis, Massey Ferguson y Valtra, los motores Agco Power y Deutz, elementos de transmisión y ejes para máquinas que se exportan a Brasil.

“La falta de crédito bancario, el incremento de precios por el aumento de costos, la incertidumbre financiera y la merma de producción de soja y de maíz son los elementos que llevan a esta actualidad”, completa Morena, de Pla, que cuenta en la Argentina con 450 empleados y en Brasil, con una planta en Canoas.

Con líneas de producción en Sunchales (Santa Fe), Oncativo (Córdoba) y Ameghino (Buenos Aires), en Claas se espera, de cara a la recta final del año, un repunte en la producción agrícola, aunque condicionado por el nuevo esquema de retenciones. “Las buenas perspectivas de la cosecha de trigo, con una superficie importante de 6 millones de hectáreas sembradas, que se suman a 1 millón de hectáreas de cebada, mantenían elevadas nuestras expectativas para el último trimestre del año. Sin embargo, estas expectativas ahora están supeditadas al impacto que la vuelta de las retenciones al sector tendrá en la rentabilidad del negocio y en las perspectivas de inversión de los productores”, manifiesta Postacchini.

Las previsiones de Pla no son optimistas con respecto al futuro inmediato. “Lo vemos con mucha incertidumbre. Estimamos una recuperación recién para el primer trimestre de 2019. Por el momento, el objetivo es continuar potenciando canales de distribución y el comercio exterior”, dice su gerente comercial.