Esto representa una suba del 41% en relación a igual periodo de 2017.

Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), la suba se explica por la tendencia positiva para el consumo, que entre enero y octubre evidenció incrementos significativos.

“Desde que el INYM efectúa los registros de las exportaciones nunca los totales anuales habían alcanzado ese volumen. El 2015, por ejemplo, que fue un buen año, los despachos sumaron 35, 3 millones de kilos”, explicó el organismo.

En números absolutos, el aumento fue de 11, 4 millones de kilos, fuertemente traccionado por la recuperación de los embarques a Siria (principal destino de la yerba mate argentina en el extranjero) como así también por la consolidación de Chile (segundo destino) y la constante presencia en otros mercados “nostálgicos”, conformados por las comunidades de materos distribuidas fundamentalmente en los Estados Unidos y Europa.

En cuanto al mercado interno, el INYM destacó que también se consolida la tendencia positiva, dado que entre enero y octubre los despachos de yerba mate “a salida de molino” totalizaron 223,6 millones de kilos.

“Si se comparan los datos de los diez últimos años, estamos en presencia del mayor consumo registrado en el periodo enero – octubre”, dijo.

Con respecto a la producción de materia prima, los registros permanecieron idénticos a septiembre (768,4 millones de kilos de hoja verde ingresados a secaderos), ya que en los meses de octubre y noviembre rige la prohibición de cosecha y secanza.